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La producción lechera suiza está en peligro
Por primera vez en la historia, la importación de queso extrajeri va a superar la exportación del que se fabrica en el país alpino.
Cada vez más personas en Suiza abandonan la producción de leche y se ve amenazada la larga experiencia helvética en el sector lácteo.
“La diferencia de volumen entre importaciones y exportaciones se ha ido reduciendo desde la liberalización de los mercados en 2007. Los quesos importados son mucho más baratos que los productos suizos” explica Monique Perrottet, quen forma parte de la organización que agrupa a la industria quesera Switzerland Cheese Marketing.
Esta caída en la demanda de queso suizo ha obligado a muchas personas dedicadas a la producción a retirarse de esta industria. Asimismo, la producción en Suiza tiene unos costos más elevados que los de la competencia extranjera, y las explotaciones suizas siguen siendo pequeñas. Aunado a esto, este sector considera que el precio de la leche es demasiado bajo, pues la leche al costar 75 céntimos por litro no cubre el costo de producción.
El número de explotaciones lácteas está disminuyendo el doble de rápido que en otros sectores agrícolas. El número de explotaciones lecheras se redujo entre 1950 y 2022 en un 87 %. A este ritmo, en el año 2095 solo quedarán 2.000 explotaciones. Estas perspectivas suscitan ciertas emociones entre la gente, ya que la producción de leche está íntimamente ligada a la identidad suiza.
Alrededor del 20 % de los ingresos de quienes se dedican a la agricultura proceden de subvenciones y pagos directos de la Confederación. Muchas explotaciones no funcionarían sin este apoyo del Estado.
Para garantizar el futuro de la industria láctea, los productores de leche consideran que se deben repartir mejor los beneficios. Asimismo, Boris Beuret apela a la población para rectificar el rumbo. “Las decisiones individuales tienen un enorme impacto en la situación de quienes producen. Es vital que la gente sepa qué compra cuando prefiere un Edammer holandés a un Gruyère suizo”.
Fuente: Swissinfo